martes, 27 de octubre de 2009

PARTIDOS Y CANDIDATOS




PARTIDOS Y CANDIDATOS
Por Luis Fernández

El inicio del proceso de elección de los candidatos de los partidos políticos, que participaran en las próximas elecciones congresuales y municipales del 2010, ha provocado una serie de inquietudes en diversos sectores sociales y personalidades de la vida publica, que han reclamado un mayor control de los partidos, que evite que sean electas personas ligadas al narcotráfico y a la delincuencia.

Estas preocupaciones deben provocar una profunda reflexión en nuestro sistema político, que impulsen acciones concretas que contribuyan a que este no se siga deslegitimando y perdiendo credibilidad ante una sociedad que reclama mas transparencia y honestidad en el ejercicio de la actividad Politíca.

El afianzamiento de la democracia en nuestro país, ha contribuido al desarrollo de los partidos políticos, que en sentido general son grupos organizados que participan en las elecciones con el fin de obtener cargos públicos, dirigir el gobierno y las políticas del Estado, estos grupos que debieran ser un soporte del estado de derecho, en muchos casos han dejado de ser portavoces de solidaridad y del bien común, para transformarse en portadores de intereses personales o de grupo.

Para nadie es un secreto que las campañas electorales internas y externas, se han convertido en una empresa altamente costosa, cuyos gastos cada día aumentan mas, lo que esta produciendo que el candidato que mas invierta, es el que generalmente asegura su elección, es esta situación la que crea dudas en la sociedad, ya que en muchas ocasiones no se sabe el origen de esos fondos, ni el compromiso de los candidatos con los donantes.

Esto limita de forma excluyente el numero de participantes, estrechando la representatividad Politíca, convirtiéndose los candidatos en rehenes de los grandes donantes, con lo que se fomenta la corrupción y sobre todo no se garantiza que el elegido sea el que mas convenga al partido y a la sociedad.

Esta grave situación debe preocupar a nuestra dirigencia Politíca, ya que la misma puede conducir a perder la dirección del proyecto , la identidad y la confianza pública, así como crisis internas y mayor desprestigio, por lo que es necesario romper con estas practicas propias de los partidos y políticos tradicionales.

El político debe tener virtudes y conocimiento y su acción debe estar dirigida a lograr la felicidad del pueblo, es por esto que es necesario, que los métodos para elegir los candidatos de los partidos, sean justos, transparentes, no excluyentes y que garanticen que no se cuelen personas indeseables ligadas a la delincuencia nacional e internacional.

Este es un tema que los partidos deben abordar, ya que así como se agota el sistema político, con el se agotan los partidos que no son capaces de prever y conducir los cambios y transformaciones necesarias, que provoquen una reforma de la cultura Politíca que prevalece en sectores importantes de la población.

Los señalamientos del Dr. Marino Vinicio Castillo presidente de la comisión de ética publica, del Dr. Julio Cesar Castaños Guzmán presidente de la Junta central Electoral y de otras personalidades, son parte del malestar social que produce la posibilidad, de que a través de los partidos se puedan introducir en el congreso y los ayuntamientos personas ligadas al narcotráfico.

El sistema político de la República Dominicana, tiene muchas debilidades fortalecidas por la creciente desideologización de la Politíca, lo que ha favorecido el desarrollo del clientelismo y a que muchas personas sin un verdadero criterio de servicio a la sociedad la vean como una forma de ascenso social y económico.

Estas debilidades no deben ser un obstáculo para que se hagan los esfuerzos necesarios, para que la ética , la integridad y el servicio al pueblo, sean criterios a tener en cuenta a la hora de seleccionar candidatos, que deben ser electos para impulsar transformaciones políticas y sociales, no proyectos personales o de grupo.

Los partidos políticos principalmente los progresistas, tienen una gran responsabilidad histórica, que no puede ser rehuida, que es la revitalización de nuestro proceso democrático, el cual debe fortalecerse sobre la base de la transparencia y la puesta en practica de medidas que le den garantías a la ciudadanía, de que la representación de los partidos en los órganos de poder publico, es confiable y al servicio de sus intereses.

Indudablemente, estamos ante una situación muy compleja y de muchos intereses, que debemos enfrentar de manera firme si queremos que nuestra democracia y los partidos políticos salgan fortalecidos.

Santo domingo R.D.
22102009

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