Por: Luis Fernández
La Migración es un fenómeno mundial muy complejo, diverso e intenso, que esta influyendo en la política, la economía, la sociedad y la cultura y que a cada momento nos involucra mas a todos ya sea como sociedades de origen, destino o receptoras de emigrantes.
Los flujos migratorios del campo a la ciudad se están produciendo en todo el mundo a un ritmo extraordinario. En 1950 menos del 30 por ciento de la población mundial vivía en ciudades, en el año 2000 el 47 por ciento vivía en zonas urbanas y se espera que en el 2030 la cifra llegue al 60 por ciento.
Los movimientos migratorios se están produciendo en todos los continentes, lo que ha venido a producir un gran desplazamiento humano, que se ha convertido en un fenómeno clave de la agenda política de la comunidad internacional.
La Migración internacional manejada de manera adecuada, tiene un enorme potencial para el desarrollo y además posee una significación especial como instrumento de capital de promoción del desarrollo conjunto, esto es, la mejora coordinada y concertada de las condiciones económicas de los lugares de origen y de destino teniendo en cuenta la complementariedad entre ellos.
Los países de origen, destino o tránsito deben cooperar en materia de gestión de los flujos migratorios para que los mismos tengan éxito y sean beneficiosos para los países y para los emigrantes, estos pueden ser positivos si se regulan correctamente, pero muy nocivos si se dan en un contexto irregular, lo que representaría enormes costos por el sufrimiento humano que generan y por la desestabilización que causan en los países de origen, destino o tránsito.
La Migración crea una estrecha relación entre todos los países a los que toca y es una importante fuente de divisas para los mismos ya que el impacto del dinero que ahorran los inmigrantes para mandar a sus familias es inmediato.
Solamente en el año 2005 el volumen total de remesas alcanzó la astronómica suma de más de 230 mil millones de dólares, de los cuales 53 mil 600 millones correspondieron a América Latina, que es la región que mas volumen de remesas recibe seguida por Asia del sur con 32 mil millones, región que ocupa el segundo lugar.
En el año 2006 América Latina recibió 60 mil millones de dólares en remesas y en este ano 2007, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), recibirá mas de 72 mil millones de dólares lo que representa un 15 por ciento mas que en el 2006, de seguir esta tendencia el volumen de remesas en la región sobrepasaría los 100 mil millones de dólares en el 2010.
La República Dominicana no es ajena a este gran movimiento de las remesas en América Latina, en el año 2001 recibimos 1mil 870 millones de dólares y ya en el 2006 recibíamos 2 mil 700 millones, lo que significa un incremento de mas de un 45 por ciento con relación al 2001, de seguir esta tendencia la República Dominicana recibirá mas de 3 mil millones de dólares en este año 2007.
De los 2 mil 700 millones de dólares de remesas que recibió el país en el año 2006, 1mil 600 millones procedieron de los Estados Unidos, lo que representa un 59 por ciento, 533 millones de dólares fueron enviados desde Puerto Rico y América Latina, lo que representa un 20 por ciento y 567 millones de dólares fueron enviados desde Europa equivalentes a un 21 por ciento, de estas remesas Europeas el 53 por ciento proviene de España
España, que es la segunda fuente de remesas para América Latina, produjo envíos de los trabajadores latinoamericanos, de alrededor de 5 mil millones de dólares durante el 2006. De mantenerse las tendencias económicas y demográficas, para el año 2010 las remesas de España a América Latina llegarían a los 7 mil millones de dólares, según datos del fondo multilateral de inversiones (FOMIN) del BID.
Las remesas tienen un gran impacto en la economía del país, ya que constituyen el 14 por ciento del producto interno bruto (PIB) y están llegando a todo el territorio nacional tal como lo demuestran las estadísticas que nos señalan que el 35 por ciento llega a Santo Domingo, el 30 por ciento llega al cibao, el 24 por ciento a la región sur y el 12 por ciento al Este del país, la contribución de las remesas a la lucha contra la pobreza es de tal magnitud que la CEPAL ha señalado que sin las remesas la pobreza en la República Dominicana crecería un 4 por ciento.
Así, las remesas enviadas a sus países de origen, por los inmigrantes, están contribuyendo a la lucha contra la pobreza, ya que están resolviendo muchas situaciones de pobreza extrema, de familias que necesitan el dinero básico para el consumo de alimentos o para educación o salud, asimismo estas si se dedican a la inversión productiva o al ahorro, mediante políticas de los gobiernos que fomenten el uso productivo de las remesas, pueden ayudar significativamente al desarrollo, creando una dinámica importante, tanto para el inmigrante, para las familias y para los países de origen.
Las remesas se han convertido en un verdadero fenómeno, su importancia crece cada día, lo que ha provocado que las diásporas sean un agente para el desarrollo, por lo que se imponen medidas que alienten su participación en planes y programas incorporados a los planes nacionales de desarrollo.
Por ejemplo en República Dominicana se han creado los Consejos Consultivos en el Exterior (CCPDE), que constituyen una política de acercamiento con la diáspora Dominicana, para integrarla al desarrollo nacional y encaminar políticas que beneficien a los nacionales en el exterior. Estos consejos ya existen en los Estados Unidos, España, Italia, Francia, Bélgica y Alemania, están pendientes otros países y las expectativas de los mismos es muy positiva.
El incremento de las remesas y su contribución a la lucha contra la pobreza y al desarrollo de los países de origen, presenta grandes desafíos para toda la América Latina y muy especialmente para la República Dominicana, por lo que se hace necesario implementar y desarrollar, tal como lo plantea un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), sobre las diásporas como agentes de desarrollo, “ planes estatales globales para el desarrollo enfocados en la diáspora, determinar su potencial , identificando y movilizando recursos financieros, colectando datos para diseñar programas, asociándose con los países de destino y coordinar las políticas entre las diferentes instituciones de cada Estado”, todo esto con una fuerte política de seguimiento que permita evaluar periódicamente la marcha de los planes y programas.
Las remesas son importantes para todos los países que la reciben, pero en particular para los países pequeños y pobres de América Central y el Caribe , entre los que se encuentra nuestro país, por lo que su crecimiento explosivo, debe ser aprovechado de modo que el 15 o 20 por ciento que es destinado a la inversión , el ahorro y la educación sea incrementado en base a mecanismos que hagan que estos fondos sean mas productivos y puedan contribuir efectivamente al crecimiento económico del país .
Las autoridades nacionales deben promover programas con participación del sector privado, los organismos internacionales y las organizaciones representativas de las diásporas, que contribuyan a que la migración interna y externa, pueda ser utilizada como un mecanismo que contribuya al desarrollo y a la lucha contra la pobreza, entendiendo que aúnque esta no acabará con la exclusión social, si es un importante vehiculo, para paliar y disminuir estos graves males que aquejan a los países pobres que necesitan políticas que los ayuden a encaminarse por los senderos del desarrollo y la prosperidad.
Santo Domingo , R,D.
6 Sept.2007
Luis Fernández es presidente de Movimiento Democracia y Desarrollo, MDD
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