viernes, 10 de julio de 2009

VIGILANTES DE LA DEMOCRACIA




VIGILANTES DE LA DEMOCRACIA
Por Luis Fernández
La república dominicana ha padecido durante mucho tiempo el flagelo de la corrupción, el cual ha sido uno de los males que mas a afectado nuestro desarrollo como nación, para no irnos muy lejos tenemos ejemplos palpables de corrupción en la dictadura trujillista, que por 30 años oprimió al pueblo dominicano, llegamos incluso a tener un presidente que decía que la corrupción solo se detenía en las puertas de su despacho y pasamos por el terrible momento, en que el Estado se convirtió en una maquinaria al servicio de la corrupción.

Esta grave situación que ha afectado al país se ha comenzado a enfrentar con muchas dificultades desde hace varios años, tratando de sentar las bases de un proceso de cambio cultural en la administración pública y en la sociedad, dirigido a prevenir, detectar y sancionar la corrupción.

Estos esfuerzos contra un mal como el de la corrupción, que socava la integridad moral del país, la legitimidad de las instituciones y provoca la pérdida de credibilidad del Estado , del gobierno y de toda la administración pública, deben ser respaldados por la opinión pública y por todos los sectores interesados, en que el país marche por el camino del fortalecimiento de las conductas éticas y la transparencia, que conduzca a una ejemplar sanción de la corrupción.

Es bueno recordar, que nuestro país es signatario de la Convención Interamericana contra la corrupción de la Organización de Estados Americanos OEA, donde el Estado Dominicano asumió el compromiso de implementar mecanismos para prevenir, detectar y sancionar actos de corrupción, de ahí la importancia de los instrumentos creados para combatir este mal, como las comisiones de ética publica en las instituciones del Estado en el 1998, la Comisión Nacional de Ética Publica y Combate a la Corrupción en el año 2005, el departamento de persecución de la corrupción administrativa en el año 2007 y el plan estratégico República Dominicana transparente, de ética y combate contra la corrupción 2009-2012.

Todos estos mecanismos y otros que se han implementado, tienen que contribuir a cambiar la percepción de corrupción generalizada, que tiene la sociedad, es por esto que tienen mucho valor las expresiones del presidente Leonel Fernández, en el recién celebrado taller,¨ rol de las comisiones de ética en las instituciones públicas¨, auspiciado por la comisión nacional de ética y combate a la corrupción, donde planteó que las mismas deben ser vistas desde ahora en adelante, como los comités vigilantes de la democracia.

El primer mandatario sugirió además algunas medidas, para hacer más viable el funcionamiento de estas comisiones, como la implementación de un sistema organizativo uniforme y disciplinado, un proceso continuo y profundo que estimule al servidor público, el fortalecimiento de los talleres de adiestramiento a los miembros de las comisiones de ética, una mayor comunicación entre los distintos estamentos de persecución y prevención de la corrupción y la celebración de encuentros cada 2 meses, para dar seguimiento a las medidas adoptadas por la comisión nacional de ética y combate a la corrupción.

El funcionamiento de estas comisiones de ética es fundamental para un efectivo combate a la corrupción, ya que estas deben ser los brazos que sostengan el trabajo de la comisión nacional de ética publica, que no sean solamente un canal de denuncias sino que las mismas se conviertan en un mecanismo de seguimiento de las denuncias realizadas y en un efectivo vehículo para las labores de prevención que se deben desarrollar mediante acciones educativas , de publicidad, de control interno y de difusión de los programas y proyectos para combatir la corrupción.

Se ha establecido que la corrupción en nuestro país es un fenómeno de siglos, por lo que podemos establecer que esta afecto el surgimiento mismo del estado, esto implica una lucha mas frontal, con mecanismos que no permitan la impunidad, mejorando considerablemente la eficiencia en la gestión pública y haciendo operativos y creíbles los procesos de fiscalización interna, lo que producirá más confianza y mayor credibilidad en la población.

La vigilancia de la democracia nos debe llevar a dar respuestas concretas, frente a los corruptos y los corruptores, ha abrir espacios para que la sociedad civil y el sector empresarial conjuntamente con el Estado, elabore, participe , de seguimiento y colabore con el impulso de planes, programas y proyectos que tengan como fin la prevención y sanción de la corrupción.

En esta lucha debemos integrar al mayor número de personas posibles, las que deben hacer conciencia, de que esta es una lucha larga con muchos obstáculos, que requiere de un esfuerzo continuo y permanente, que permita en una primera etapa disminuir la corrupción, estableciendo mecanismos efectivos contra este flagelo y en una segunda etapa disminuirla al máximo posible, restableciendo la credibilidad en el Estado, el gobierno y la administración pública.

El llamado del Dr. Leonel Fernández a las comisiones de Ética publica debe ser una clarinada, para fortalecer nuestro sistema democrático, que debe provocar que estas comisiones se fortalezcan, mediante la aplicación de efectivos mecanismos de funcionamiento, que permitan que las mismas se desarrollen y se conviertan en verdaderas vigilantes de la democracia.

La sociedad dominicana requiere de una gran articulación, de sus mejores fuerzas sociales y políticas, las que deben impulsar todos los pasos que conduzcan al desarrollo social y democrático de la nación, no es hora de quejarse sin sentido, ni de politiquería, es hora de compromisos serios a favor de los intereses del pueblo dominicano, que reclama el fortalecimiento de las conductas éticas, de la transparencia y el adecentamiento de la función pública.

El interés del país y sus fuerzas vivas es que se establezcan consensos y acuerdos que permitan tener una nueva visión, con objetivos bien claros y definidos que nos permitan ver nuestras debilidades y fortalezas, los aspectos positivos y los negativos, enrumbando la lucha contra la corrupción por el camino que nos conduzca, al fortalecimiento de la rendición de cuentas, del respeto a los bienes del pueblo y con una ciudadanía comprometida con las reformas pertinentes y necesarias, para detener y disminuir considerablemente las acciones corruptas en la República Dominicana.


Santo domingo R.D.
26-06-09

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