viernes, 10 de julio de 2009

ACUERDOS POLITICOS

ACUERDOS POLITICOS
Por Luis Fernández

El diálogo, la concertación y los acuerdos son parte del accionar político de hoy y su importancia está dada por el hecho del consenso que existe en nuestras sociedades, de que la democracia requiere del mismo, para potencializar nuevos espacios, que permitan una mayor participación de la sociedad, que nos conduzca a un proceso que genere un proyecto colectivo de nación.

Los últimos 30 a 35 años han sido particularmente para América Latina, muy aleccionadores, los Estados Latinoamericanos, pasaron de décadas de férreas dictaduras a nuevos periodos de ejercicio democrático, caracterizados por reformas estatales más agresivas y liberales, algunas de las cuales estuvieron centradas en la redefinición del papel del Estado.

Así de manera general se han producido y se producen, en los países latinoamericanos innumerables reformas de diferentes alcances y profundidad en los ámbitos político, administrativo, fiscal, judicial, etc., las cuales han sido posible mediante la aplicación de un proceso de diálogo, concertación y negociación, que ha puesto en primer lugar el interés nacional y la necesidad de fortalecer la gobernabilidad y la democracia.

Existen innumerables ejemplos de diálogo y concertación de diferentes fuerzas políticas en toda la historia de la humanidad, pero nos basta con los antecedentes más significativos del contexto latinoamericano, entre ellos el acuerdo político entre el gobierno de Colombia y el M-19, el proceso de pacificación de Guatemala después de largos años de violencia y el proceso vivido por el Salvador donde el frente Farabundo Martí para la liberación nacional (FMLN), se convirtió en un partido político, a tal punto que gano democráticamente, las recién celebradas elecciones de esa nación centroamericana.

En todos los procesos transformadores, el dialogo y los acuerdos políticos están presentes, de ahí la importancia de los pasos dados por el presidente Leonel Fernández de llegar a acuerdos políticos, con el nuevo presidente del PRD y con el PRSC, con lo cual la dirigencia Política, hará posible mediante esta concertación una reforma constitucional políticamente viable y de cara al interés de todos los Dominicanos.

Estos acuerdos no solamente tranquilizan al país, sino que los mismos nos señalan un nuevo accionar político, en el cual debemos debatir las ideas y confrontarlas de modo que mediante el dialogo, la concertación y los acuerdos, se lleguen a conclusiones que favorezcan a las mayorías nacionales.

La época de las confrontaciones sin sentido, que ha dejado muchas frustraciones, incertidumbres y desengaños, es cosa del pasado, debemos abrirnos a los nuevos tiempos que reclaman una convivencia pacífica, que posibilite un dialogo sistemático, entre las diversas fuerzas políticas del país que supere visiones polarizadas e intereses personales.

La construcción de consensos en el nivel social y político, debe ser ascendente si queremos lograr una democracia más inclusiva, el diálogo no puede ser un ejercicio contemplativo o un proceso retórico, sino un factor de cambio, generador de capacidad para promover transformaciones sociales.

Los que critican los acuerdos políticos, ignoran la realidad de la sociedad y no se dan cuenta de que en el mundo de hoy, existen nuevas condiciones políticas, económicas y culturales, que nos plantean la construcción de consensos mínimos, que hagan posible la toma de decisiones, en un ambiente de pluralidad de ideas y creencias.

Los acuerdos que firmo el presidente de la república con el PRD y con el PRSC, deben contribuir al fortalecimiento de nuestro sistema democrático y a la consolidación de una acción Política diferente que contribuya a una democracia que integre a todos los actores sociales.

En una época de crisis del sistema, de debilidad institucional y de precariedades económicas, se impone la unidad de las fuerzas vivas del país, para hacer frente a la crisis, es por esto que la concertación Política resulta un proceso particularmente útil y provechoso para lograr las reformas políticas e institucionales que demanda la nación dominicana.

El pueblo Dominicano merece que la dirigencia Política se maneje de una manera diferente, ya esta bueno de jugar al fracaso del otro para obtener beneficios políticos, es hora de poner en primer lugar los intereses del país, profundizando el diálogo y la concertación que conduzca a la aprobación de una constitución más democrática, moderna y progresista.

El país no puede seguir secuestrado por políticos irresponsables, con muchas debilidades y que todos los días empeoran y frustran las aspiraciones nacionales de un mejor futuro para la nación, el liderazgo político tiene que transformarse, promoviendo la ampliación de los espacios de participación política y los diálogos y acuerdos necesarios que permitan que el país avance hacia su progreso y bienestar.

Una nueva política y un liderazgo comprometido con esta nueva visión y con los objetivos de progreso del país, es lo que necesita el pueblo dominicano para lograr su pleno desarrollo.


Santo Domingo R.D.
8/6/09

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