Por Luis Fernández
Uno de los factores fundamentales para producir un ambiente de confianza entre los actores políticos y económicos de una nación, lo constituye el hecho de que ambos sectores, entiendan la necesidad de construir alianzas que fomenten un ambiente favorable que conduzca al crecimiento económico, a la creación de empleos y a la búsqueda de nuevas oportunidades para el desarrollo.
La evolución del proceso democrático en el mundo de hoy, hace necesario este tipo de alianzas, ya que es imposible en la actual etapa de la humanidad, gobernar a una nación de una manera totalitaria, sin participación de los diversos sectores que la componen, por esto las alianzas publico-privadas, son de gran utilidad para lograr el progreso de una nación.
Indudablemente que el sector publico tiene objetivos diferentes al sector privado y viceversa, pero este mutuo reconocimiento debe conducir a una complementación de ambos sectores, que produzca una cooperación exitosa que los potencie en la lucha por aunar esfuerzos en el mantenimiento de la estabilidad política y económica, base fundamental para la libre competencia empresarial y la modernización de los sectores productivos.
La consolidación de la cooperación al desarrollo, del sector privado se ha convertido en una tendencia a nivel internacional, esto ha sido definido por una serie de instituciones como algo central, tal es el caso de la Comisión de Naciones Unidas sobre el Sector Privado y el Desarrollo, el Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sostenible, el Foro Internacional de Dirigentes de Empresa y el Foro Económico Mundial, entre otras.
En las palabras que pronuncio en Davos ,Suiza en el foro América Latina en el siglo XXI: Hacia donde vamos’, el presidente Leonel Fernández, planteo la necesidad de una alianza publico- privada, que permita la creación de nuevas empresas que estimulen la innovación tecnológica, el mandatario dijo que, “Dentro de ese clima al fomento de los negocios, se estimula la creación de empresas del sector privado, lo que se puede lograr facilitando el crédito, incubando nuevos proyectos con incentivos, especialmente fiscales”.
El Dr. Leonel Fernández, manifestó que,” Mirando hacia el futuro, esas alianzas publico-privadas son necesarias para que podamos tener un nivel de crecimiento económico que sea incluyente, respetuoso del medio ambiente y sostenible en el tiempo”.
En esta etapa de la globalización, de las crisis económicas y financieras e intensa competencia internacional, se hace necesario buscar nuevos caminos que ayuden a encontrar soluciones a los graves problemas sociales, políticos y económicos que afectan a la humanidad, en base a políticas publicas mas incluyentes y participativas, que garanticen el crecimiento, el aumento del empleo y el combate a la pobreza.
Existen experiencias exitosas en materia de alianzas publico-privada, como son los casos de China, España, India, Irlanda, Nueva Zelandia, República Checa, México, para solo citar algunos países, en todos esta alianza ha jugado un importante papel en la transformación productiva, en la creación de consensos y en la inserción internacional.
La colaboración entre Estado y Mercado a través de una alianza publico- privada, no es una tarea fácil donde hay intereses tan diferentes, pero estas dificultades no la hacen imposible, por el contrario la practica de varios países demuestra que es posible y mas cuando se tiene la visión estratégica, de que la misma es necesaria y que hay que construirla paso a paso con una acción proactiva del gobierno y un compromiso social del sector privado.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha planteado, que las alianzas publico-privadas son uno de los motores para el desarrollo de la región Latinoamericana, en uno de sus documentos este organismo señala que, las alianzas publico-privadas y los consensos sociales son pilares de estrategias duraderas para el desarrollo.
La alianza del sector privado con el sector público es una gran necesidad, que debe contribuir a la necesaria transformación productiva de la nación, construyendo y produciendo los consensos que contribuyan a un acercamiento entre el Estado y el mercado, para beneficio de la gobernabilidad democrática, la institucionalidad y el progreso.
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